Mi desconocimiento sobre la gestación despierta en mí un contradictorio imaginario simbólico que versa sobre la transformación y la magia. La eterna duda sobre su origen primario o social, por miedo a que se dé y por terror a que no suceda.
Pienso en el poder de mi vientre y me asusta. Si todavía están fértiles, mis órganos se apartaran dando paso a nuevos y a extraños, en caso contrario, permanecerán independientes y ordenados.
Esta performance me revela la inquietud que me provoca la posibilidad de ser madre, pero al mismo tiempo, de un modo más extremo e inesperado, me conecta con mi madre y con sus miedos hacia la pérdida de libertad.